AL CIUDADANO GOBERNADOR

D. BARTOLOME CALVO

(Improvisación del día de su ascenso al poder)

 

Habéis entrado en circunstancias críticas

a este pobre país a gobernar,

cuando dicen se trata en Norteamérica

de venir nuestras playas a ultrajar.

 

Mas no importa, señor, que en la República

en todo el istmo, y sobre todo aquí,

hay bravos hombres, y valientes jóvenes,

que no se rinden, pero mueren, sí…

 

Que somos hijos de los nobles próceres

que un día vencieron de Castilla el León,

y a los sonidos de la tropa bélica

nos palpita entusiasta el corazón.

 

Y nuestro suelo, nuestros campos fértiles,

tintos en nuestra sangre se verán;

¡más no los hijos del ruidoso Niágara,

su estrellado pendón aquí alzarán¡

 

Que ellos se llaman libres y demócratas;

pero al par que decantan igualdad,

allí…en su suelo amalgamadas miranse

con vil esclavitud, la libertad.

 

Moriremos tal vez; más nuestros túmulos

inscripciones de gloria adornarán,

y de la historia en las doradas páginas

nuestros hombres brillantes se leerán.

 

Vengan, pues, los guerreros del Atlántico

pronto su escuadra en nuestra playa esté

que si de ellos el padre ha sido Washington,

también Bolívar nuestro padre fue.

 

 

Y no sé de  los dos cuál más intrépido

en los campos de Marte se mostro,

que si el primero derribó al Británico

el segundo al Ibero destronó.