EL ÁNGEL Y EL NIÑO
Un ángel faz radiante
miraba en su cuna a un niño,
y creyendo ver su imagen
como en las ondas de un río.
“Ven.___le dijo___ niño hermoso,
en quien mi retrato miro,
felices ambos seremos;
no es el mundo de ti digno.
“En el no hay dicha completa;
sigue al placer el martirio,
y hay tras los goces tristezas,
y tras la risas suspiros,
“Todo aquí fastidio cusa:
y a un día de paz tranquilo,
sigue otro de agitaciones,
y tempestuoso y sombrío.
Quieres que tu blanca frente
anuble el dolor ompio,
y ver tus azules ojos
llenos de lágrimas, niño?
“No, que allá en el ancho espacio
en que volares conmigo,
gozaras de las venturas
que te depara el destino,
“Nadie en tu mansión terrestre
de luto quede vestido,
y miren tu hora postrera
cual vieron tu natalicio.
“Que nadie sobre tu losa
exhale al viento un suspiro,
que es una dicha morir
muriendo así, puro niño”.
Agito sus blancas alas
el ángel cuando esta dijo,
y al cielo se remontó
¡Pobre Madre! ha muerto tu hijo.